El cable calefactor está integrado en el suelo durante la construcción. El cable, en rollos o en alfombras predimensionadas, se inserta en el hormigón fresco, se fija en su lugar con clavijas de plástico y luego se cubre con una superficie de hormigón nivelada. Una vez seca la losa, se coloca el pavimento. Al igual que con cualquier calefacción por suelo radiante, es esencial agregar una capa de aislamiento debajo del cable para evitar la pérdida de calor desde la parte posterior. Después del secado y la decoración, el sistema de calefacción está listo para funcionar. De esta manera, toda la superficie del suelo, excepto las zonas cubiertas por muebles fijos, se convierte en una fuente de calor radiante suave y uniforme, garantizando un calentamiento discreto y homogéneneo de la habitación.